Sin salud no tenemos energía y sin energía cualquier cambio que queramos hacer queda obsoleto, porque no lo podemos sostener.

Como médica considero que lo primero que debemos hacer para obtener esa energía es alimentarnos sanamente; no quiero hablar aquí de planes alimenticios, pero considero que el secreto es saber alimentarse con productos no procesados, limitando las grasas malas y los hidratos de carbono. Es indispensable hacer ejercicio, nos llena de endorfinas y nos ayuda a afrontar el día para lograr todo lo que queremos. Indispensable también mantenernos hidratados.

Evita emociones y pensamientos negativos, concientízalos, recuerda que afectan al funcionamiento celular y contaminan el ambiente.
Hazte los chequeos anuales correspondientes a tu edad, o los que te indique tu médico de cabecera.
Lo importante aquí, es que sepas donde estás y qué necesitas hacer para mejorar tu salud, pero recuerda que es el primer paso para lograr ese BIENESTAR del que tanto hablamos.

Incluso, si quieres ir un paso más, yo como médica holística y orthomolecular, te puedo acompañar en este cambio para tu vida, ya que como todo hábito requiere de motivación y disciplina. La motivación viene cuando sabemos para qué hacemos algo, a qué queremos llegar, qué queremos conseguir. La disciplina es aún más difícil y es el hecho de hacer algo independientemente de nuestro estado emocional.
Con la medicina orthomolecular, uno entiende que somos lo que comemos y no hablo solamente de la comida, sino de las emociones con las que nos nutrimos diariamente.
Entonces mi objetivo en estos casos es acompañarte a transitar las emociones de forma saludable para que puedas sacar provecho de ellas y además, en caso de que sea necesario, te puedo aportar complementos y suplementos de vitaminas, minerales, para evitar el envejecimiento y la oxidación celular.
Es importante acá recalcar que yo aconsejo el tratamiento integral, somos UNO, tanto en alma y cuerpo, la sociedad nos obligó a vernos en forma disgregada, pero no hay nada como la unión, y los cambios que uno puede lograr cuando comienza sanando desde lo más minúsculo de nuestro interior; las células hasta el exterior, como pueden ser las relaciones, el plano laboral, financiero, entre otros.