En la vida todos interpretamos papeles, ¿Cuál es el que interpretas tú?
Siempre, para que sepas, interpretamos el papel que nos beneficia.
El problema de ser víctima, aunque a corto plazo puede beneficiarte -quejarse es entretenido y uno siempre se prende-, es cuando lo hacemos en forma continua y caemos en una actitud victimista.
¿Cómo saber si estás interpretando el papel de víctima?
Te quejas constantemente. Como mencioné anteriormente, la queja es la forma más común de victimizarse: que si el país, que si el mandatario de turno, la economía, el vecino, el compañero de trabajo.. ¡Puff! así puedo seguir eternamente.
Culpas al otro . Siempre la responsabilidad recae en el otro, el otro debería llamar, el otro debería decir, el otro debería dar el primer paso..
Te justificas . Encuentras razones para justificar tu situación actual y no hacerte cargo: “Esto no depende de mí” “No es que yo no haga algo, es que tengo mala suerte”, etc.
¿Qué es la antítesis del victimismo? Hacerse responsable, ser el protagonista.
Saber que la vida no te pasa a ti, sino que es para ti y de ti depende que saques el mejor aprendizaje de los sucesos que te acontecen.
Eres el responsable de tu economía, de tu salud, de tus relaciones, de tus amistades.. SOLAMENTE TÚ . Y esto es maravilloso porque ser RESPONSABLE , te da la capacidad de responder a lo que no te gusta, a tomar las riendas, y redireccionar tu vida hacia donde quieres ir.
Incluso si observas que repites patrones, ejemplo siempre tienes parejas que te son infieles, o siempre te echan del trabajo, todo esto se puede analizar. Los patrones, son formas que tiene el inconsciente de presentarnos situaciones para que aprendamos la lección. En la medida en que tu no las aprendas, cada vez se presentarán con mayor frecuencia. Este patrón si uno lo analiza, y sabe llegar al inconsciente puede sanarlo de raíz, de esta forma llegarás a esa libertad donde tú decidas y forjes tu destino.
Fíjate que lindo y empoderador es saber que tienes el control de tu vida, que tú decides para qué lado girar el timón, sin ser consecuencia de las circunstancias que la vida te presenta.
Recuerda que la vida pasa PARA TI, no A TI, como dice uno de mis mentores Tony Robbins.
Te invito a esta reflexión y si te cuesta alcanzar ese cambio que tanto quieres, recuerda que acompañado es más fácil.